14.10.08

¿Realmente somos la cúspide de la evolución?

Se suele representar al ser humano en los más alto de los árboles evolutivos, y suele darnos por creer que somos la obra maestra de la naturaleza, el top de la evolución, los amos del mundo. Pues ese concepto es erróneo, derivado de nuestro esplendoroso ego y de esa costumbre de representar estos diagramas tal y como lo hacemos.

Aunque es cierto que somos una de las últimas especies aparecida sobre nuestro planeta y que tenemos el cerebro más complejo (y ya está), no somos los más evolucionados porque sencillamente eso no significa nada. ¿Más evolucionados en qué? ¿Más complejos? ¿Más adaptados? ¿Más listos? ¿Más guapos? ¿Más fuertes? ¿Molamos más? A ver si nos aclaramos, nosotros somos más inteligentes pero...
  • Las águilas pueden ver a su presa a más de 3 kilómetros de distancia.
  • Un gorila del tamaño humano tiene al menos 5 veces más fuerza que un hombre.
  • Los cetáceos tienen 3 estómagos, uno de ellos funciona como el de los humanos, pero los otros dos son diferentes y facilitan el proceso digestivo.
  • Un avestruz normal puede llegar a correr a 65 km/hora, más de el doble que el hombre más veloz.
  • El ser humano es uno de los mamíferos que peor sensibilidad auditiva y olfativa tienen.
Con un poco de imaginación seguro que encuentras un montón de ejemplos más sólo utilizando Google. Y sobre lo de ser los amos del mundo, estos datos y párrafos están extraídos del extraordinario libro Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson:
  • El cuerpo humano tiene unos 100.000 trillones de células bacterianas.
  • Sin ellas no podríamos sobrevivir un solo día. Procesan nuestros desechos y hacen que vuelvan a ser utilizables; sin su diligente mordisqueo nada se pudriría. Purifican nuestra agua y mantienen pro­ductivos nuestros suelos. Sintetizan vitaminas en nuestros intestinos, con­vierten las cosas que comemos en azúcares y polisacáridos útiles y hacen la guerra a los microbios foráneos que se nos cuelan por la garganta.
  • Los microbios, incluidas las versiones modernas de cianobacterias, su­ministran la mayor parte del oxígeno respirable del planeta.
  • Si cogieses todas las bacterias del interior de la Tierra y las vertieses en la superficie, cubrirían el planeta hasta una altura de 15 metros, la altura de un edifi­cio de cuatro plantas.
  • Puede que las bacterias no sean capaces de construir ciudades y que no tengan una vida social interesante, pero estarán aquí cuando estalle el Sol. Éste es su planeta, y nosotros estamos en él sólo porque ellas nos permiten estar.
¿Te sientes ahora un poquito más humilde? Pues deberías...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reflexión.

La cúspide ¿de qué evolución? ¿pueden compararse las soluciones adaptativaas de los insectos, las plantas... somos una especie más en un árbol demasiado ramificado como para establecer jerarquías.

En todo caso, si tuviésemos que plantearnos alguna forma de valorar nuestra especie, las preguntas podría ir en otros sentidos ¿somos una especie clave en algún ecosistema? ¿qué pasaría si desapareciésemos?

Saludos,

alberto

Anónimo dijo...

No sé si el ser humano será el ser más evolucionado. Lo que sí es cierto es que es capaz de estruir al resto de las especies de su entorno, aún a costa de destruirse a si mismo. Desde ese punto de vista, el ser humano realmente está en la cima, de momento.

Como decían en Matrix, somos más parecidos a un virus que a otra cosa.

Saludos,
juanma71.

Centinel dijo...

Es el problema, que "más evolucionado" no significa nada. Nuestra especia es la última de nuestra rama... como todas las que existen en la actualidad. Y si desapareciésemos el resto de seres vivos vivirían mucho más tranquilos.
Hola, Juanma, algo de virus sí que tenemos. Sigo escuchando tus temas de vez en cuando, a ver para cuando con el siguiente modulazo.