27.9.11

El peligro de las pseudomedicinas y los terapeutas iluminados en Escépticos

El pasado lunes tuve ocasión de poder ver Escépticos, el primer programa de Jose A. Pérez presentado por Luis Alfonso Gámez sobre escepticismo. Iniciativa interesante, aunque espero que vayan añadiendo más garra a los guiones y más hilo argumental. Las perspectivas son buenas, la factura es atractiva y cumple su labor de divulgación. Y Gámez lo hace bien, el día que trabaje un poco más su dicción puede llegar a ser un buen ejemplar de la tele.

En este primer episodio se habló de la pseudomedicina, a la que sus seguidores gustan de llamar medicina alternativa o complementaria. Nos ofrecieron un bonito desfile de personajes típicos: Sobadoras de pies (reflexólogas), pinchadores (acupuntores),  energólogos (reiki), fabricantes de brebajes... pero la que se llevó la palma fue una tal Marina que tuvo un papel estelar (cuyo chiringuito-consulta no sé si se llama Aguamarina, por lo que se ve en el vídeo, o Centro Alma, como aparece por alguna web, ambos tienen la misma dirección y teléfono, raro raro raro...).

El caso es que esta señora es el claro ejemplo del peligro que tienen algunos terapeutas sin escrúpulos, con ideas basadas en la ignorancia. Pase que un reflexólogo te intente timar intentando solucionar una contracción muscular, pero que una iluminada de estas te diga que puede curar o prevenir el cáncer con una sarta de idioteces sin sentido, puede alejar a un enfermo de la medicina de verdad  y poner en serio riesgo su salud e incluso su vida. Para que os hagáis una idea del daño que puede hacer, no tuvo ningún reparo en decir cosas como estas:
  • El cáncer lo tienen personas que no han equilibrado su energía, que han estado demasiado para fuera y muy poquito para dentro. (...) Si tiene cáncer en el hígado, probablemente es una persona muy colérica. Si es en la garganta probablemente es una persona que se calla muchas cosas.
  • Las manos tienen unos centro de energía muy poderosos (...) que entran dentro de las células (y curan).
  • La enfermedad es por que durante muchísimo tiempo no has escuchado a tu cuerpo ni a tu corazón. Entonces te va avisando el cuerpo. Que no le haces mucho caso, pues te da. ¿Que no le quieres escuchar por las buenas? Pues por las malas. 
  • El agua recoge la energía de las flores (de Bach), una energía que no es medible por las máquinas que tenemos ahora. Esa actitud de autodestrucción que tienes van regulándola.
Vamos, que el que está enfermo es por su propia responsabilidad (y por no acudir a esta milagrosa consulta). A un médico se le puede suspender la licencia y multar por mala praxis, a alguien que conduce bebido se le multa e incluso detiene porque es un peligro potencial para los demás. Y a esta señora, ¿no se le puede hacer nada? Pues no sé yo quien es más peligroso...bueno, sí que lo sé.

Aquí tienes el reportaje completo, muy recomendable. La susodicha sale por el minuto 13.

Por cierto, muy justitos los médicos del mañana, como llama Gámez a los estudiantes de medicina. Preocupante...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el segundo. El primero fue "¿Fuimos a la luna?". Muy recomendable.

Centinel dijo...

Bueno, el de a luna lo consideraba el piloto y este el primera. En cualquier caso tienes razón, este es el segundo.

Capitán Pescadilla dijo...

...bueno, afortunadamente, la "susodicha" admite que "de eso no tengo ni idea", para afianzar su concepto de "misterio de la vida".
O sea que si cierro los ojos y nunca miro el balcón de mi casa (porque no quiero verlo), cuando salgo por la ventana, me convenzo de que estoy levitando... ¡Alucinante!